Tenía pensado escribir antes, pero la vida siempre tiene algo preparado que supera todas nuestras fantasías (como canta Xoel López). En este caso no ha sido una experiencia agradable. El lunes pasado, es decir, el día 23, cuando iba de camino a la Universidad tuve un leve accidente de coche. Tengo que agradecer que solo haya sido eso: esguince cervical y toda la zona dorsal contracturada. El collarín es bastante molesto, por lo que tengo que hacer unos movimientos bastante limitados que me acercan a la figura de Robocop. La medicación que me han dado, además del quasireposo que llevo haciendo desde entonces han provocado una cierta mejoría a mi columna.
Os tenía que contar el por qué de la elección de Como conocí a vuestra madre -canción que se encuentra dentro del nuevo disco de Iván Ferreiro. La cuestión es simple: encuentro su letra motivadora y su melodía me inspira y me llena de fuerza, aquella que es necesaria para iniciar este nuevo curso. Con un simple verso, Ferreiro lo dice todo: "Me han vuelto a entrar ganas de comerme el mundo".
Ahora doy paso a comentar de forma escueta el título de esta entrada. Hace un mes que aterricé en mi tierra dejando atrás dos meses maravillosos en Perú. Se hace difícil volver a adaptarse a nuestra sociedad porque los recuerdos vestidos de amor que tengo de ese preciado rincón sudamericano van siempre de mi mano y me cuesta no tenerlos de cuerpo presente en mi día a día. Pero no todo es tristeza en este mes de readaptación a mi tierra, el cariño de mis familiares y amigos hacen que todo sea más fácil y que, por encima de cualquier percance, pueda aplicar lo aprendido en Perú desde que me levanto hasta que me acuesto.
Y hasta aquí el post de hoy. Nos leemos próximamente y no os olvidéis de escuchar el nuevo CD de Iván Ferreiro, el cual -aseguro- os transportará a otro lugar.
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